lunes, 19 de diciembre de 2016

Una cawama rota derramándose
Sobre un suelo de más de 100 años
El eco del estruendo aun suena,
Se pasea entre las columnas
A veces coge un viento fuerte y llega hasta a mí
Y vuelvo a recordar como suenan los cristales rotos
Y las cadenas sobre la puerta
Para que no te robe los sueños para que no vea tu alma
Maldiciones bajo la cama por la afrenta recibida
Justicia pagana, 100 años sin amor te dije
Prietas petizas con trenzas largas no apagan tus ganas
Que sean con ojos grandes, da igual, no vas a perder la calma.
Solo entre mis piernas dormirás siestas largas
Cuenta las estrellas cada noche para volver a contarlas mañana
Por tu culpa quemé mi escoba
Ahora tallo una nueva con sangre y lagrimas  
con cada brizna de madera que cae

Hago hoguera del sudor que derramaba tu espalda.

Agua Cuevas